lunes, 14 de enero de 2013

SIN HABLARNOS





     Hay días que estamos tranquilas, en el salón de casa, leyendo, escuchando música o simplemente mirando la tele. Horas en las que no hablamos, en silencio nos aplicamos en esas tareas que nos ocupan sigilosamente; tiempo de calma, de relax, o simplemente tiempo que pasa...
    
     Son momentos callados en los que el sonido es parte del decorado, del "atrezzo", de relleno o complementario de algo. Tú y yo, cada una en sus cosas, sin hablarnos.
    

     Yo leo mucho y me entretengo horas y horas buscando palabras que me digan algo. Tú creando, siempre probando un "look" apropiado que vista tu alma; con ganas de novedades, inquieta e inconformista, borrando lo que no sirve porque ya no vale, o no te vale a ti, y con eso basta.

     Son tardes, ratos, mañanas en las que no nos hablamos, embuídas en una labor concentrada y seria, como si de un trabajo importante se tratara. Sin interrumpirnos seguimos a "nuestras cosas", juntas en el espacio que nos concentra, en casa con nuestros perrillos pegados, estáticos y funcionales, siempre acoplados.

     Y en ese tiempo, que no medimos, en el que calladas no hablamos sino con miradas de reojo o descaradas, tú, a veces, me sonríes, no dices nada; otras, sigues callada y tu respiración armoniza tanto con la casa que parece que laten contigo las paredes, el techo, el suelo; toda la casa respirando por ti, a través de tu boca, por tu nariz y todo transpira con tu aroma, un olor a espliego, a canela, a menta fresca, como si tú fueras la atmósfera que da la vida existiendo. 








                                                                                             

                                                                                                

6 comentarios:

  1. Qué sensación más familiar acabas de relatar. Qué texto más hermoso, amiga, no dejes que pase tanto tiempo para el próximo:)

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  2. Gracias Lola, me encanta que te guste :)) tu opinión tiene mucho valor para mí.
    Cada vez estoy más convencida de que las cosas más sencillas que vivimos son las que dan sentido a todo.
    Un besazo.

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  3. Me encantan los escritos tan sensoriales :-)

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  4. Gracias amigo, me alegra que te haya gustado :))
    Un besazo.

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  5. Sin permiso entro en tu blog y opino. Disculpa la intromisión. Recuerdo haber vivido momentos como el que describes, estar juntas sin que parezca, acompañar respetando el espacio, ocuparme de mi misma sabiendo que no anda lejos ella. Recuerdo ser felíz.

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    1. Hola Sagrario, gracias por comentar en el blog. Me gusta compartir y saber qué emociones provoca lo que escribo. Hay temas que son universales y de algún modo tenemos experiencias parecidas. La vida siempre te ofrece el regalo de ser feliz. Gracias de nuevo, y sé bienvenida siempre.

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